En este libro provocador y oportuno, David Kennedy explora lo que puede salir mal cuando ponemos nuestros impulsos humanitarios en acción a escala global. Desarrolla una lista de verificación de las dificultades que plagan los esfuerzos de los activistas profesionales y los responsables políticos mejor intencionados. El libro examina las campañas por los derechos humanos, la protección de los refugiados, el desarrollo económico y los límites humanitarios a la conducción de la guerra. Kennedy comparte las satisfacciones del compromiso humanitario internacional, pero también las decepciones de una fe traicionada. Con el nuevo poder del humanitarismo viene el conocimiento de que incluso los proyectos mejor intencionados pueden crear tantos problemas como los que resuelven.
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