Este libro analiza en profundidad la aspiración europea a una reducción de la jornada laboral, centrándose en la semana de treinta y cinco horas. Los autores exploran cómo la reducción de la jornada no solo es un medio para crear empleo, sino también un fin en sí mismo, representando la base de un nuevo modelo de sociedad. Se aborda el problema del tiempo moderno desde diversas perspectivas: económica, sociológica, cultural, política, histórica, antropológica, psicológica e incluso filosófica, convergiendo ideas de pensadores como Aristóteles, Marx y Keynes. Se plantea un dilema de civilización: la revolución tecnológica permite y exige reducir y reorganizar la jornada laboral, redistribuyendo el tiempo entre el trabajo y la vida personal y social.
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